miércoles, 8 de julio de 2015

UNA GATA ARAÑANDO

Te imagino de rodillas frente a mí. Y yo sentado en el sillón. Con mis piernas abiertas.

Vienes gateando hacia mí. Te quedas mirando la zona de la ingle, y te empiezas a relamer. 

No reacciono. 

Entonces sigues relamiendo, pero esta vez me miras coqueta desde abajo, a los ojos.

No te he dado permiso para que me mires a los ojos.

Te doy una bofetada.

Sonríes. Pones una cara de puta de las que sabes poner cuando te pones traviesa o gamberra. Era un castigo que querías. Te excita una bofetada esporádica. Te pone a tono.

Entonces abro mi bragueta. Y saco mi polla.

Te acercas, intentas comer, beber.. 

- No. Sólo tocarla.

Y lo haces. Tal como se ve en la imagen. Esto no lo hace una perrita. Lo hace una gatita, porque sabe usar bien las uñas.

Unas uñas muy bien cuidadas.

La cosa promete terminar dando leche a la gatita.

Seguro que está sedienta... la pobre... 

¿Verdad?


Entonces es cuando observas una de las consecuencias de jugar con la comida. Una gotita transparente que lejos de quitarte la sed.. te la aumenta. Me miras.. y asiento con la cabeza. Entonces con esa lenguecita que tienes..  juegas con la punta y succionas el líquido que te alimenta más las ganas de seguir...




Quiero irte maullar pidiendo esa leche... Y si te portas bien.. la tendrás.



Tu AMO
8/07/15

2 comentarios:

  1. Mmmmmm, creo que estoy eligiendo bien las entradas que leo hoy por que no dejo de relamerme. Puede que le proporcione placer jugando con mi hueso favorito pero no se hace ni la mínima idea de lo que me gusta a mi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me extraña que no me has dicho que has usado el "permiso" que te di esta mañana...

      Eliminar