jueves, 28 de mayo de 2015

ALITAS

Un pequeño ser, nacido de la unión de una hada y un demonio.  La historia empezó cuando un día ambos coincidimos en la tierra del deseo.



De ellos nació una preciosa colibrí, de color rojo verde libertad y de roja pasión.


Esa femenina criatura alada, deambuló de acá para allá, con su nervioso carácter y su rapidísimo aletear, buscando comida.


Un día la halló, dentro de una estructura. Comió y bebió. Y se marchó. Cuando habló con otros pájaros y éstos le pidieron que describiera esa extraña estructura.. se rieron de ella.


- No sabes que eso que dices es una jaula? jaja

- No sabes que sirve para tenerte encerrado?, te pueden secuestrar!

- No sabes que las jaulas se cierran para que no te escapes? Sólo quieren verte cantar y temen que no vuelvas!!

- Te comerá o te venderá a alguien que te maltratará!

La colibrí... volvió. No vio a nadie.. y entró de nuevo y cuando estaba concentrada en comer, no se percató de la presencia de un hombre que lo observaba.


Se quedó mirando. Era un ser grande, con ojos penetrantes pero con una sonrisa sincera. No se movía. No percibió maldad en él.

Paralizada, se quedó mirando la puerta. Estaba semiabierta.

Lentamente se aproximó a ella mientras veía cómo la mano de ese ser también lo hacía.

- Va a cerrar la puerta. Me capturó-, se lamentó en sus adentros.

Pero el ser grande, abrió la puerta de par en par. Y sin pensarlo, ella salió volando más rápidamente de lo que nunca hubiera podido hacerlo hasta estar a una distancia considerablemente segura.

Y entonces, desde muy alto, se giró a ver si la seguía.

Ese ser, estaba allí, poniendo más comida en la jaula. Y de vez en cuando se quedaba mirándola. Atentamente, con una sonrisa, se despidió, y se marchó.

Ella regresó, sorprendida. Había más agua, más comida,.. y la puerta abierta totalmente.

Se lo comentó a sus amigos. Se rieron de ella. No entendía porqué no le creían.

Volvió numerosas veces. Al comienzo estaba sola. A veces, el ser se quedaba mirando. Ya no lo temía.





Un día.. no salió de la jaula. Se quedó. Y "alitas" (así la llamaba ÉL), cerró la jaula. Se quiso quedar a dormir, y no quería que ningún depredador entrara en la jaula.

Durmió placenteramente en la seguridad de la jaula aquella noche, pero cuando despertó, no vio a su señor.. y temió.
Temió que ahora sí estuviera encerrada, que por la noche ÉL hubiera cerrado con llave la jaula.


La jaula estaría entonces clausurada.


- "Qué estúpida he sido. Ahora sí que, con total seguridad, estoy aprisionada".- se dijo a sí misma mientras se acercaba a la puerta.


Suspiró como nunca había hecho en su vida, cuando comprobó que seguía abierta, sólo había que empujar un poco...


Y desde entonces, al abrigo del cuidado y la protección de su señor, volvió a dormir cuantas veces quiso en esa jaula, agradeciendo con vuelos acrobáticos todos los días, la atención que su señor le prestaba.


Su Amo, contento, la observaba feliz, satisfecho y orgulloso de tener una criatura tan especial.


ÉL la enseñó a cantar miles de canciones, y a hacer vuelos de una acrobacia fuera de lo normal. A ir en su hombro, a buscar desde el cielo algún lugar donde su señor pudiera descansar más adelante mientras ella lo observaría dormir en esas caminatas largas juntos...


Y no comieron perdices, porque no era cuestión claro, pero sí compartieron pipas en interesantes charlas en muchas puestas de sol.


Esa historia, se convirtió en increíble a los oídos del resto de pájaros del bosque. Y terminó siendo leyenda.


Pues así es, y debe ser, la entrega de una sumisa con un Amo.


Tu AMO


El plan no era empezar a comentar por las entradas antiguas pero no he podido evitar volver un poco atrás, sin duda esta es una de las entradas que mas me han gustado hasta ahora Amo. Me gusta la historia del colibrí y me gusta la historia en la que Usted se gana mi confianza día a día, dejando que me alimente de Usted cada vez que lo necesite, dándome cobijo y protegiéndome, a la vez que disfruta de lo que puedo y quiero ofrecerle para complacerle.

{PerritaDeL}

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