domingo, 8 de noviembre de 2015

UN DIA PARA MEDITAR

Hola preciosa.

Tal día como hoy, hago una pausa para hacer un recuento de lo que hasta ahora ha sido mi relación contigo.



No dejo de pensar y decir que siempre ha ido cuesta arriba, siempre subiendo y cogiendo altura. Y desde la posición en la que estamos no puedo más que dar las GRACIAS por cada segundo que hemos estado juntos.

Te doy las gracias por cada letra que me envías, por cada segundo al teléfono, por cada momento en que mantienes tu mirada en mis ojos.


Te doy las gracias por el silencio en los momentos más románticos, cuando ambos intentamos parar e tiempo para grabar ese precioso instante en la retina, en la memoria y en el corazón.

Te doy las gracias por la dedicación que me otorgas a sabiendas de las obligaciones que tienes en el día a día en la familia, estudios, el trabajo, amigos, etc

Te doy las gracias por la dedicación que manifiestas al elegir las prendas que traerás, los juguetes que  a veces usamos y por tener en tu mente esas fantasías que siempre se intentan realizar aunque no siempre sea así porque cuando estamos juntos estamos "tontos" y se nos olvidan muchas cosas.

Te doy las gracias por la espera para vernos. Por la emoción que transmites al verme y al irme. Por cada caricia, por cada vez que me pides permiso para tener un orgasmo. Gracias por contarme tu vida, tus preocupaciones del día a día, tus experiencias, tus cosas con la familia o los amigos... y compartirlo conmigo.

Gracias por coger el teléfono rápidamente como si de un instante mágico se tratase cuando procuras rápidamente evitar que desaparezca, porque cuando hablamos hay magia en el aire. Un aire que va donde está uno hasta donde está el otro llevando nuestros suspiros de un lado a otro.


Gracias por darme las gracias, por pedirme perdón, por realizar mis fantasías y por hacer que éstas sean también las tuyas.

Gracias por adaptarte a mí y a mis gustos, a mis sueños y a mis creaciones mentales, a mis asuntos serios y a mis tonterías, ésas que te hacen reir.

Gracias por no dejar pasar una oportunidad para quedar conmigo o para hablar. 

Gracias por cada foto, porque son segundos que te tomas para que yo disfrute de esa cara y del ir y venir cada día al trabajo o a donde sea que tengas que ir.

Gracias por hacerme caso, por tener en cuenta mis consejos.

Gracias especialmente por preocuparte de mí y por hacerme sentirme importante para ti.

Gracias por ser TÚ y por querer ser MÍA.

Es la entrega más sincera y plena que una persona puede realizar a otra. Y no tiene precio.


Así que espero que todo lo que inviertes conmigo, tiempo, pensamiento y dedicación se te devuelva incrementado todo lo que se pueda, con intereses... porque no sabes cuánto es mi interés por ti. Cada día es más y más grande.

Espero que estés siempre satisfecha con lo que te cedo, lo que te entrego y lo que te dedico.

Te quiero, pequeña. 

Eres quien me ha hecho ver la vida con una intensidad y una duración más allá de lo que nunca jamás habría soñado.

Gracias por ser una fantasía que se ha hecho realidad.

Gracias por ser tú.

Gracias por estar conmigo.

Gracias, gracias y mil gracias.

Tu AMO


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